
No tenía pensado escribir hasta mañana a la noche cuando oficialmente estaría de vacaciones, pero todo me supera y necesito hablar.
Aprobé todo del 2º cuatrimestre y ahora estoy con las recuperaciones de las 3 que em quedaron en el 1º, mañana hago el último examen. Ya me dieron una de las notas y volví a suspender,me hundí.
Me siento bajo mucha presión, aunque intento controlar la comida me es más difícil que nunca y el verano ya está aquí. En los últimos días el 70 ha sido el único número presente en mi báscula pero hoy, hoy me he pesado y he visto que rozaba el 72. Me he hundido en la miseria y he ido a la cocina me he comido una manzana, 6 onzas de chocolate con almendras, un plato de cereales y fijo que algo más ha caído y ahora mismo no recuerdo. El arrepentimiento se ha apoderado de mí. He encendido la música y me he puesto a hacer ejercicio frente al espejo. Quince minutos, solo quince minutos he aguantado antes de echarme a llorar contemplando el reflejo que me devolvía el espejo. He corrido al baño y he vomitado sumida en las lágrimas. Ni siquiera he sido capaz de echar la mitad de lo que había comido. Necesitaba alguien a mi lado que me dijera que ya pasó, que pronto estaría bien, pero esto no es algo que puedas contarle a la gente. No puedes decirle que te sientes mal contigo misma todos los días, que todos tus objetivos en la vida quedan eclipsados por la comida, que lloras después de comer pero lo vuelves a hacer y se convierte en el círculo vicioso que te hunde y te impide levantarte. Sólo estáis vosotras, sólo os tengo a vosotras y por eso estoy aquí escribiendo a las únicas personas que no me juzgarán porque ahora mismo lo último que necesito es que me digan lo mierda que soy, lo poco que valgo y lo bajo que he caído porque todo eso, creedme que lo sé y lo tengo muy presente día a día.
Un abrazo, L en estado puro.